Mateo 5 1-12 Viendo la multitud, subió al monte; y
sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba,
diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán
consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por
heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos
serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de
ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os
vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
En los versículos 5-7 tenemos lo que comúnmente se llama el
sermón del monte pronunciado por Cristo. Contiene una revelación de los
principios de justicia de Dios por los cuales todos los creyentes deben vivir
mediante la fe en el Hijo de Dios (Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo
yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe
del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.) y mediante
el poder del Espíritu Santo que mora en ellos (Romanos 8:2-14; Gálatas 5:16-25). Todos los
que pertenecen al reino de Dios tienen que manifestar un hambre y una sed
intensas de la justicia enseñada en este sermón.
La palabra “Bienaventurados” se refiere al bienestar de los que, debido a su relación con Cristo y su
Palabra, reciben el reino de Dios, que incluye su amor, su cuidado, su
salvación y su presencia diaria. Hay ciertos requisitos a cumplir si se desea
recibir las bendiciones del reino de Dios; hay que guiarse por los valores del
mundo. El primero de esos requisitos es ser “pobres en espíritu”. Se debe
reconocer que nadie es espiritualmente autosuficiente; todos necesitan la vida,
el poder y la gracia sustentadora del Espíritu Santo a fin de heredar el reino
de Dios.
Aquí “los que lloran” se lamentan por la debilidad humana con
relación al patrón de justicia de Dios y del poder del reino. También “lloran”
por las cosas que afligen a Dios, tienen los sentimientos en armonía con los de
Dios y se afligen en el espíritu por el pecado, la inmoralidad y la crueldad
que hay en el mundo. Los que lloran son consolados al recibir al Padre
“justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17 porque el reino de
Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.)
“Los mansos”, es decir, los de corazón humilde, son los que se
postran delante de Dios y se someten a Él. Encuentran en Él su refugio y
consagran a Él todo su ser. Se interesan más en la obra de Dios y en el pueblo
de Dios que en lo que pueda sucederles personalmente (Salmos 37:11
Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz.). Los
mansos, y los no agresivos, finalmente heredarán la tierra.
El versículo 6 “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ellos serán saciados”, es uno de los versículos más
importantes del sermón del monte.
1)
El requisito fundamental para todos los que viven piadosamente
es tener “hambre y sed de justicia” (Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas.). Moisés (Éxodo 33:13-18), el salmista y el apóstol Pablo (Filipenses 3:10
a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte) tuvieron
tal hambre. La condición espiritual del creyente durante toda su vida dependerá
de su hambre y su sed de
a)
La presencia de Dios (Deuteronomio 4:29 Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo
hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.)
b)
La Palabra de Dios (Salmo 119)
c)
La comunicación con Cristo (Filipenses 3:8-10 Y ciertamente,
aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por
basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia
justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia
que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y
la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su
muerte)
d)
La comunicación del Espíritu (Juan 7:37-39 En el último y gran
día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene
sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su
interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de
recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo,
porque Jesús no había sido aún glorificado; 2 Corintios 13:14 La gracia del
Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunicación del Espíritu Santo sean
con todos vosotros. Amén.)
e)
La justicia
f)
El poder del reino (Mateo 6:33)
g)
El retorno del Señor (1 Timoteo 4:8 porque el ejercicio corporal para poco es provechoso,
pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y
de la venidera.)
2)
El hambre del creyente por las cosas de Dios desaparece cuando
hay afán de este siglo, engaño de las riquezas (Mateo 13:22 El que fue sembrado
entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el
engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.), deseo
desmedido de tener “las otras cosas” (Marcos 4:19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las
riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace
infructuosa.) y “los placeres de esta vida” (Lucas 8:14 La que cayó entre
espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y
las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.), y cuando
deja de permanecer en Cristo. Cuando se le acaba el hambre por Dios y su
justicia, muere espiritualmente. Por esa razón es necesario que sea sensible a
la obra convincente del Espíritu Santo en su vida (Juan 16:8-13;
Romanos 8:5-16). Los que no cesan de tener hambre y sed de justicia “serán
saciados”.
“Los misericordiosos” tienen misericordia y piedad de los que
sufren, ya sea por el pecado o el pesar. Los misericordiosos desean
sinceramente aliviar tal sufrimiento llevando a esas personas a la gracia y
ayuda de Dios por medio de Jesucristo (Mateo 18:23-35; Lucas 10:30-37; Hebreos 2:17 Por lo cual debía ser
en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo
sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo). Al ser
misericordiosos, es decir, al mostrar compasión por los demás, “alcanzarán
misericordia”.
“Los de limpio corazón” son los que han sido liberados del poder
del pecado por la gracia de Dios y ahora se esfuerzan sin artificios por
agradar y glorificar a Dios y ser como Él.
1)
Procuran tener el mismo sentir que tiene Dios: amor por la
justicia y odio por la maldad. Su corazón (que incluye la mente, la voluntad y
las emociones) está en armonía con el corazón de Dios (1 Samuel 13:14
Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a
su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo,
por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó; Mateo 22:37 Jesús le
dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente; 1 Timoteo 1:5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor
nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida.).
2)
Únicamente los de corazón limpio “verán a Dios”. Ver a Dios
significa ser su hijo y morar en su presencia, tanto ahora como en el reino
futuro (Éxodo 33:11 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla
cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo
de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo; Apocalipsis
21:7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y él será mi
hijo; Apocalipsis 22:4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.).
“Los pacificadores” son los que se han reconciliado con Dios.
Han hecho la paz con Él mediante la cruz (Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios
por medio de nuestro Señor Jesucristo; Efesios 2:14-16 Porque él es nuestra
paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de
separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo
hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un
solo cuerpo, matando en ella las enemistades). Ahora se esfuerzan mediante
su vida y testimonio por guiar a los demás, incluso a sus enemigos, a estar en
paz con Dios.
A todos los que procuran vivir en armonía con la Palabra de Dios
por causa de la justicia les espera la persecución.
1.
Los que sostienen los principios divinos de verdad, justicia y
pureza, y que al mismo tiempo se niegan a acomodarse a la malvada sociedad de
su tiempo o al estilo de vida de los creyentes tibios (Apocalipsis 2;
Apocalipsis 3:1-4 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los
siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus
obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma
las otras cosas que están por morir; porque no he hallado tus obras perfectas
delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y
arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué
hora vendré sobre ti. Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han
manchado sus vestiduras, y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son
dignas.; Apocalipsis 14-22 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He
aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios,
dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses
frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no fío ni caliente, te vomitaré
de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y ninguna cosa
tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre,
ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en
fuego, para que seas tico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se
descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que
veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo, sé, pues, celoso y
arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y
abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere,
le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he
sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oigo lo que el Espíritu
dice a las iglesias.), serán impopulares y sufrirán el rechazo y la crítica.
Experimentarán la persecución y la oposición del mundo (Mateo 10:22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi
nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.; Mateo 24:9
Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de
todas las gentes por causa de mi nombre; Juan 15:19 Si fuerais del mundo, el
mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del
mundo, por eso el mundo os aborrece.) y a veces de los que están en la iglesia profesante (Hechos 20:28-31
Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de
todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. Por tanto,
mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia
sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros
lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán
hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por
tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de
amonestar con lágrimas a cada uno.; 2 Corintios 11:3-15; 2 Timoteo 1:15 Ya
sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales, son
Figelo y Hermógenes.; 2 Timoteo 3:8-14; 2 Timoteo 4:16 En mi primera defensa
ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en
cuenta.). Cuando experimenten ese sufrimiento, los creyentes se han de
alegrar, porque a los que sufren más Dios les da mayores bendiciones (2 Corintios 1:5
Porque de tal manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así
abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.; 2 Timoteo 2:12 Si
sufrimos, también reinaremos con él.; 1 Pedro 1:7 para que sometida a prueba
vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba
con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo.; 1 Pedro 4:13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los
padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os
gocéis con gran alegría.).
2.
Los creyentes deben estar conscientes de la tentación a
comprometer la voluntad de Dios a fin de evitar la vergüenza, el ridículo, el
desconcierto o la pérdida (Mateo 10:33 Y cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo
también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.; Marcos 8:38
Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación
adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando
venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.; Lucas 9:26 Porque el
que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del
Hombre cuando venga en su gloria y en la del Padre, y de los santos ángeles.; 2
Timoteo 2:12.). Nunca cambian los principios del reino de Dios: “… todos los
que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12). Se les
promete el reino y las recompensas celestiales a los que sufren y soportan persecución
por causa de la justicia.
Mateo 5 13
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué
será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por
los hombres.
La sal es valiosa para dar sabor y proteger de la corrupción.
Por lo tanto, el creyente y la iglesia en general deben ser ejemplos piadosos
en el mundo y resistir la decadencia moral y la evidente corrupción de la
sociedad.
1.
Cualquier iglesia que se vuelva tibia, apague el poder del
Espíritu Santo y deje de resistir el espíritu que prevalece en el mundo, será
“arrojada” por Dios.
2.
Como consecuencia, será “pisoteada por los hombres”; es decir,
los que son tibios, junto con sus familias, serán destruidos por las costumbres
y los valores de la sociedad impía (Jueces 2:20-22 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y dijo:
Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece
mi voz, tampoco yo volveré más a arrojar de delante de ellos a ninguna de las
naciones que dejó Josué cuando murió; para probar con ellas a Israel, si
procurarían o no seguir el camino de
Jehová, andando en él, como lo siguieron sus padres.
Mateo 5 17
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para
abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el
cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se
haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos
muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino
de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado
grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no
fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los
cielos.
El propósito de Cristo es que se cumpla el requisito espiritual
de la ley de Dios en la vida de sus seguidores (Romanos 3:31 ¿Luego por la fe
invalidamos la ley?; Romanos 8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en
nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.). La
relación del creyente con la ley de Dios comprende lo siguiente:
1)
La ley del creyente está obligado a guardar consta de los
principios éticos o morales del AT (Mateo 7:12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres
hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley
y los profetas.; Mateo 22:36-40 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la
ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el
segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos
mandamientos depende toda la ley y los profetas.; Romanos 3:31 ¿Luego por la fe
invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.; Gálatas
5:14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.) Como también de las enseñanzas de Cristo y de los apóstoles (Mateo 28:20
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.; 1 Corintios 7:19 La
circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los
mandamientos de Dios.; 1 Corintios 9:21 a los que están sin ley, como si yo
estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo),
para ganar a los que están sin ley.; Gálatas 6:2 Sobrellevad los unos las
cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.). Esas
leyes revelan la naturaleza y la voluntad de Dios para todas las personas, y
todavía se aplican. Las leyes del AT que se aplicaban directamente a la nación
de Israel, tales como las de los sacrificios, las ceremoniales, las sociales o
las civiles ya no son obligatorias (Hebreos 10:1-4 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes
venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos
sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se
acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este
culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos
sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los
toros y de los machos cabríos no puede quitar
los pecados.; Levítico 1:2-3 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando
alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno
haréis vuestra ofrenda. Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin
defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de
reunión delante de Jehová.; Mateo 24:10 Muchos tropezarán entonces, y se
entregarán unos a otros, y unos a otros
se aborrecerán.).
2)
El creyente no debe considerar la ley como un sistema de
mandamientos legales por los cuales se obtiene el mérito del perdón y de la
salvación (Gálatas 2:16,19 sabiendo que el hombre no es justificado por las
obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos cierto en
Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la
ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Porque yo por
la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.). Más bien
se debe considerar la ley como un código moral para los que ya están en una
relación de personas salvas con Dios y quienes, mediante la obediencia a esas
leyes, manifiestan la vida de Cristo que hay en ellos (Romanos 6:15-22
¿Qué pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En
ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para
obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para
muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque
erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de
doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a
ser siervos de la justicia. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad;
que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la
inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros
miembros para servir a la justicia. Porque cuando erais esclavos del pecado,
erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas
de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora
que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por
vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.).
3)
La fe en Cristo es el punto de partida del cumplimiento de la
ley. Mediante la fe en él, Dios llega a ser adre del Creyente (Juan 1:12 Mas a
todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios). Por eso la obediencia del creyente no se efectúa sólo debido
a una relación con Dios como legislador soberano, sino también por una relación
de hijo con su Padre (Gálatas 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones
el Espíritu de su hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!).
4)
Por la fe en Cristo, a los creyentes se les da un impulso
interior y el poder para cumplir la ley de Dios (Romanos 16:25-26 Y al que puede
confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según su
revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero
que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según
el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para
que obedezcan a la fe; Hebreos 10:16 Este es el pacto que haré con ellos
Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y
en sus mentes las escribiré.), por la gracia de Dios (Romanos 5:21 para que así como el pecado reinó para muerte, así
también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo,
Señor nuestro.) y por el Espíritu Santo que vive en ellos (Gálatas 3:5,14
Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros,
¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? Para que en Cristo Jesús
la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos
la promesa del Espíritu.; Romanos 8:13 porque si vivís conforme a la carne,
moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.). La
cumplen al vivir conforme al Espíritu (Romanos 8:4-14). El Espíritu les ayuda a hacer morir los deseos pecaminosos de
la carne y a cumplir la voluntad de Dios. De esa manera, la conformidad externa
a la ley de Dios debe ir acompañada de la transformación interior del corazón y
del espíritu.
5)
Al haber sido liberado del poder del pecado y al ser ahora
esclavo de Dios, el creyente sigue el principio de “la fe” al estar “bajo la
ley de Cristo”. Así cumple “la ley de Cristo” y por consiguiente es fiel al
requisito de la ley.
6)
Jesús enseñó con mucho énfasis que el hacer la voluntad de su
Padre celestial es una condición permanente para entrar en el reino de los
cielos.
Se determinará la posición de los creyentes en el reino de los
cielos por su actitud con respecto a la ley de Dios y por su enseñanza y
práctica de ella. Su grado de fidelidad en ese aspecto determinará el grado de
gloria del cielo.
La justicia de los escribas y de los fariseos era sólo exterior.
Guardaban muchos preceptos, oraba, alababa, ayunaban, leían la Palabra de Dios
y asistían a los cultos de adoración. Sin embargo, sustituían las actitudes
correctas del espíritu por las obras externas de la carne. Jesús dijo que la
justicia que Dios exige del creyente es mayor. El corazón y el espíritu, no
solamente las acciones externas, deben conformarse a la voluntad de Dios en fe
y amor.
Mateo 5 21 Oísteis que fue dicho a los antiguos:
No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo
que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y
cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por
tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate
primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Ponte de acuerdo
con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que
el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la
cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último
cuadrante.
Jesús no se refiere a un enojo justo con los malvados e
injustos, sino que está condenando el enojo vengativo del que injustamente
desearía la muerte de otra persona. “necio” es un término despectivo. Llamarle
“necia” a una persona, con enojo y desprecio, pudiera ser indicio de una
actitud que lo pone a uno en peligro de ir a parar al fuego del infierno.
Mateo 5 27 Oísteis que fue dicho: No cometerás
adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla,
ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión
de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus
miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha
te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda
uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. También
fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo
os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace
que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.
Lo que Cristo condena no es el repentino pensamiento que Satanás
pudiera poner en la mente de una persona o un deseo impropio que se origina de
un momento a otro. Más bien es un mal pensamiento o deseo acompañado de la
probación de la voluntad humana. Es el tener un deseo inmoral que procuraría
satisfacción si se presentara la oportunidad. El deseo interior por el placer
sexual ilícito, si se contempla y no se resiste, es pecado.
1)
El creyente debe tener mucho cuidado de abstenerse de contemplar
con agrado escenas de inmoralidad tales como las que se muestran en las
películas o en la literatura pornográfica (1 Corintios 6:15,18 ¿No sabéis que
vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo
y los haré miembros de ramera? De ningún modo. Huid de la fornicación.
Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo, mas el que
fornica, contra su propio cuerpo peca.; Gálatas 5:19, 21 Y manifiestas son las
obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho
antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.;
Efesios 5:5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que
es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.; Colosenses 3:5
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría.; 2 Timoteo 2:22 Huye
también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la
paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.; Tito 2:12 enseñándonos
que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente.; Hebreos 13:4 Honroso sea en todos el matrimonio,
y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará
Dios.; Santiago 1:14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia
concupiscencia es atraído y seducido.; 2 Pedro 2:11 mientras que los ángeles,
que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición
contra ellas delante del Señor.; 2 Pedro 3:3 sabiendo primero esto, que en los
postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias; 1
Juan 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los
deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del
mundo.).
2)
En la esfera de la conservación de la pureza sexual, tanto la
mujer como el hombre tienen su responsabilidad. La mujer creyente debe procurar
no vestirse de manera que atraiga la atención a su cuerpo, provocando de ese
modo la tentación en los hombres y estimulando la lujuria. Vestirse sin
modestia es pecado (1 Timoteo 2:9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa,
con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos
costosos,; 1 Pedro 3:2-3 considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de
vestidos lujosos).
Mateo 5 39
Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera
en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
Jesús no se pronuncia contra la aplicación de la justicia
adecuada a los malvados. Los versículos 43-48 (Oísteis que fue dicho: Amarás a tu
prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por
los que ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que
están en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace
llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué
recompensa tendréis? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros
perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.) Indican
que Él se refiere al amor que debemos mostrarles a nuestros enemigos (Lucas 6:27 Pero
a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que
os aborrecen). No se debe reaccionar en un espíritu de odio contra el mal
que se recibe, sino de una manera que muestre los valores centrados en Cristo y
su reino. Las acciones hacia los que no se muestran bondadosos deben ser tales
que los lleve a aceptar a Cristo como su Salvador. Como ejemplos de ese
espíritu, compárense:
Génesis 13:1-13 Subió,
pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y
con él Lot. Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro. Y
volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta el lugar donde
había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai, al lugar del altar que
había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová. También
Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas. Y la tierra no
era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no
podían morar en un mismo lugar. Y hubo contienda entre los pastores del
ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo
habitaban entonces en la tierra. Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora
altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos
hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te
apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la
derecha, yo iré a la izquierda. Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura
del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la
tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma
y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se
fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Abram acampó en la
tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue
poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran malos y
pecadores contra Jehová en gran manera.
Y
Génesis 14:14 Oyó
Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en
su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.
Y,
Génesis
50:19-21 Y les respondió José: No temáis; ¡acaso estoy yo en lugar de Dios?
Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo
que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis
miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les
habló al corazón.
Comparado
con Génesis
37:18-28 Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos,
conspiraron contra él para matarle. Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador.
Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna
mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. Cuando Rubén oyó esto,
lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos. Y les dijo Rubén: No derraméis
sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en
él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre. Sucedió,
pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la
túnica de colores que tenía sobre sí; y le tomaron y le echaron en la cisterna;
pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua. Y se sentaron a comer
pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que venía
de Galaad, y sus camellos traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a
Egipto. Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a
nuestro hermano y encubramos su muerte? Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y
no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia
carne. Y sus hermanos convinieron con él. Y cuando pasaban los madianitas
mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le
vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a
Egipto..
1 Samuel 24 y 26; Lucas 23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando
suertes.; Hechos 7:60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les
tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
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